dijous, 10 de gener del 2013

Mono, Mico, Monkey, Singe, बंदर

Recuerdo perfectamente el día en que nació el Mono. Era el primer lunes del año, no hacía demasiado frío para esa época y los Reyes Magos estaban a punto de venir. Por supuesto, Joserra, Borja's y yo fuimos inmediatamente a conocer a nuestro nuevo amigo. Borja's llevaba un centro de flores de diez kilos, Joserra llevaba turrón de Gintònic y yo le iba abriendo las puertas a Joserra porque iba muy cargado. 

Tardamos treinta minutos en llegar porque nos perdimos tres veces, después de subir y bajar varias veces las mismas escaleras y pasar por cinco pasillos, por fin llegamos a la cuna del Mono. Ahí estaba, durmiendo con sus gafas y todo. 

Salimos de allí muy contentos, directos al Registro Civil para inscribirlo como "el Mono", lo malo fue que era por la tarde y cuando llegamos estaba cerrado, y claro, a la mañana siguiente se adelantó un familiar y le llamó "Miguel Ángel", pero bueno, ahora estamos con el papeleo del cambio de nombre...

Le hemos visto crecer, bailar, cantar, hacer paellas y comer turrón de Gintònic año tras año. Así que siempre, el día de su cumpleaños nos reunimos los cuatro para celebrarlo.

Este año queríamos ir a comer a un sitio bonito y lejano, pero como hace más frío que cuando él nació, no podíamos ir en la moto que Borja`s regaló gracias a Joserra, ni en la bici que Borja's me ha dejado en usufructo gracias a Joserra. Así que tuvimos que ir en un coche que le dejaron a Borja's gracias a Joserra. Como puedes ver querida amiga, todas las cosas buenas que pasan en la vida son gracias a Joserra.

El coche era muy grande y bonito, el problema es que Borja's no es demasiado flexible como para conducir un coche automático. No me quedó otra, me puse el pie izquierdo detrás de la cabeza y comencé a conducir el coche. Joserra con la mayor tranquilidad del mundo, ya que nadie había hablado de Mou... del que no debe ser nombrado, y me dijo: "María, ¿tú tienes carnet?", a lo que yo conteste menos tranquilamente: "no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no voy a comer carne", y arranqué. 

Como no sabíamos a dónde ir, pero sí qué cantar, fuimos dando vueltas sin rumbo fijo. Llegamos a un pueblín, Daganzo de Arriba, el problema es que su patrón es San el Mono, con lo cual estaba todo cerrado y no pudimos comer allí. Seguimos dando vueltas y llegamos a Valdemaqueda, pero allí sólo paramos a comprar una bufanda para Joserra y una barra de pan. 

Con tantas idas y venidas ya teníamos hambre, y yo me había desentendido de hacer nada de comer después de lo que pasó en el último picnic... ya sabes, lo de Borja's... pero por suerte Borja's se acordó de que su madre no se había desentendido y nos había preparado una cesta estupenda llena de cosas ricas y que estaba en el maletero.







Así que empezamos a comer, a cantarle cumpleaños feliz al Mono y a hacer Yoga para que Borja's pudiese conducir el coche. Cuando terminamos con toda la comida encontramos una nota en el fondo de la cesta: "Joserra, ¡cómete las uñas!", y dicho y hecho, como si estuviese viendo una Barça-Madrid, porque querida amiga, Joserra siempre obedece a las mamás, como debe ser, sobre todo el las víspera de Reyes... aunque en realidad ella se refería a las uvas...



¡Feliz cumple, Mono!













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